Se acerca ese período macabro del calendario académico donde hay parciales y pilones de fotocopias para leer y aprender en un fin de semana (a.k.a. patada en los huevos). Mediados de mayo implica fastidiar a mis jefes para que me den días de estudio (esas maravillas no laborables de la semana en las que llegamos al final del día pensando sólo leí ESTE párrafo?) y reestructurar la agenda de ocio que uno suele armar religiosamente cada lunes.
Anticipandome a las semanas de reclusión, decidí reventarla un poco este fin de semana (el Plan De-Tox? Bien, gracias) y lanzar el último suspiro de mi soltería universitaria (el virus del dejarse estar existe y busca víctimas, NO TE COMPROMETAS).
Friday night, sin preámbulos salió Compass. No cabía chances de otra salida, era certeza como el regreso del animal print (gracias fidel). Con una M. post-voy-novoy-voy y un Fidel post-burritos aterrizamos en Niceto. Compass salió más que bien: además de mover la patita, con M. nos metimos en el gentlemen-baño para fingir una inusual escena de sexo (con golpes de puerta y todo) y expropiamos un trago ajeno (si un vaso no está en mano de alguien, ese vaso es del pueblo). Para ese momento Fidel ya se había ido, extasiado por el cansancio, su cena centroamericana y el avantgardismo de la fiesta. Resaca de sábado por la mañana sufrida por dos cuando tuve que ir a hacer las compras y encontré dificultoso distinguir entre el suavizante y la lavandina.
Las cosas salieron distinto anoche. No, mal, no, distinto (quiero ostentar algo de dignidad aún). Unos platos mexicanos en Palermo (el fantasma de Pancho Villa nos persigue) y vagar por el Hollywood en busca de un bar con la gente de la librería. V. y yo no pudimos menos que exasperarnos cuando la voluntad general quiso que entraramos en el antro más despoblado y aburrido de toda la zona. Un bar de nombre dudoso, que proyectaba videos de u2. Abandonamos al grupo y nos subimos a un taxi que me dejó a mi en la esquina del siempre hospitalario Teatro de Colegiales y se llevó a V. y su terrible estado psicofísico hasta su casa. Sí, iba a ir a bailar y lo iba a hacer solo. No me van a cagar tan fácil mi noche de sábado. La dignidad no se la pierde en un momento así sino cuando uno organiza una salida con un grupo de gente que no entiende nada de salir a descontrolarla. End of story, me quedé casi hasta las siete bailando, distinguiendo conocidos de conocidos y sobreviví con una latita de quilmes bien barata. Volví a mi casa para caer en la cuenta (cómo pudiste ser tan pelotudo) de que
- Hola, me olvidé las llaves en la librería. Bajá a abrirme.
7 notas al pie:
me gustan los intereses en tu perfil.
tenes bien en claro las cosas que te gustan, que envidia. Yo no sabria poner ni 3 cosas que me gustan.
y suerte con los parciales
como te quiero.
sigo indignada...
y nunca mas me gasto en hacer
salida comunitaria.
como pudiste olvidarte las llaves!!
me gustó esta crónica de tus últimas dos noches, así se hace, hay que mover las patitas más seguido.
te mando un beso fer, buenos augurios para este comienzo de semana.
volvió el loguito de florcitas!!! (L) lo queremos
o plantitas, o lo que sean
Uy ! Ahora tengo un panik atak ! no facultad SI fiesta forever and ever !
eeeee M. quiere salir más seguido
estoy escuchando the smiths y tengo ganas de bailar con vos
te amo
Me gustó el texto, supongo que ahora me cuidaré de Pancho Villa. Típico que es él el fantasmita que intenta cagar los fines de semana que deberían ser geniale por ley.
Saludos!
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