C'est fini las mortíferas semanas esas de las que hablé hace poco. Festejé con una camisa y un chal preciosos de Bolivia, una noche -terrible, bizarre- de Plop, un nuevo blog hecho en colaboración con mi adoradísima V., un sábado que fue empeorando cada vez más y dándole mi mail a alguien que todavía no me agregó. La depresión me corroe y, no kidding, me vendría bien tener unos parciales más para tener algo en qué pensar que no sea en cómo desprecio al género masculino -en el que se incluye quien escribe, claro-.
domingo, mayo 25
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2 notas al pie:
¡Cuánta idiotez concentrada en una sola persona! Me supera... Te leo y me pregunto, ¿hay algo en tu maravillosa y oh-so-full-of-happiness-life aparte de ese snobismo pobre de carnaval carioca que profesás?
Respuesta: No.
Te acuerdas de G.? volvió!, en forma de fichas!
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