Me inquietan un poco los modos que tiene mucha gente antes de los parciales. Uno entra al aula y se encuentra con ese griterío incesante, las hojas que vuelan de banco en banco, la creencia necia de que en diez minutos se podrá aprender lo que no se aprendió en dos meses. A un lado escucho ese cliché del que no sabe nada y quiere obtener paz mental: ah pero eso no es importante saberlo, no?
Sería genial si media hora antes se apagaran las luces y en vez de la hecatombe pre-parcial se encendieran unos sahumerios, apagaran las luces y nos dedicaramos a unos instantes de meditación. Armonía mental y asimilación corporal de los conocimientos. El que no quiera, fuera del aula. A gritar a la cancha, palurdos.
Zen for dummies
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