lunes, agosto 18

Cerramos ¡liquidación total!

En contra de cualquier desprevenido o de aquel que no haya entendido el lacónico post anterior, doy por cerrado el blog en esta entrada. Entro para cerrar.


Todo blog es, antes que nada, un proyecto de escritura: a mí me delatan los más de cincuenta posts en estado de 'borrador' que constituyen un tercio del total guardados. Hoy, cuando tanto se escribe para nada decir, tanto se habla para nada expresar, nuestros blogs son menos lo que en realidad son que lo que imaginamos que son. Ya superamos la ingenuidad respecto a la web 2.0 y sus fascinantes (y oscurísimas) formas de interacción y comunicación. Sin embargo, podemos (y debemos) escribir porque es nuestra manera de demorar el desastre. No, el apocalipsis 2012 no. Ese desastre que se materializa en las discontinuidades de lo cotidiano y sus riesgos inabordables. Nos asalta la moda en la que el yo se vuelve público, creamos una cuenta en Blogger, empezamos a teclear y trazamos un doble movimiento: escribimos para asaltar el mapa de lo impensable y lo no-vivido, pero también para generar las condiciones para mantenernos con vida (condiciones que de una forma u otra se sustentan en un esquema de pensamiento de actual uso).

La pasé muy bien escribiendo ECDEC. Me demostré cierta habilidad para mantener un blog vivo después de tres entradas; conocí otros que, con muchísimo más ingenio y elegancia que yo, atrapaban lo imperceptiblemente vulgar y estúpido del mundo; y me divertí con un par de discusiones y firmas. Lo cierro por cuestiones cuantitivas: demasiadas historias viejas, demasiados cadáveres, demasiadas imposturas, demasiada costumbre. No se puede pretender escribir cuando la costumbre acecha y seguir escribiendo acá sería tan incómodo como usar una bic cuando uno necesita una pluma de cartucho largo.

Voy a seguir tecleando en los Distraídos. Fidel estará ahí también para deleitarnos con sus cuotas de cinismo e imaginación post-smithseana. No es una continuación de ECDEC. No sabemos aún qué es. Iremos viendo.

Gracias por venir. Quienes hayan effeado Este cielo de estrellas caerá en su blog, bórrenlo: no sucumban ante el ridículo de convertir sus links en un listado de necrológicas.

miércoles, agosto 6

fin de Siècle

Y este cielo de estrellas cayó.