jueves, abril 3

negativos Fuji Film

Hay días que uno quiere creer que fueron raros, raros tirando a bizarre más que a unique, aunque la triste verdad es que no lo fueron. Sólo fueron días aburridos condimentados con cosas malas:

La primera cosa mala del día fue levantarme a las seis menos algo de la madrugada para ir al CBC. Todavía me debato internamente sobre si es ético o no para mi integridad psicofísica esto de levantarme tan temprano para ir a una clase de una sola materia. Alabada sea la Virgen, el 41 tiene una frecuencia que patea traseros y llego a Drago (Drago me suena a tenedor libre chino) just-in-time. El profesor dio clase una hora, se fue, volví a lamentarme, busqué inutilmente el centro de copias de la fuba (silly me pensar que podía llegar a estar abierto) y me volví en un 41 hasta las manos a casa.

Second bajón del día fue una hora antes de irme a trabajar. Me tiré en la cama y en menos de quince minutos tuve dos sueños. Pero no sueños sobre Heidi y su tarde de picnic en los Alpes, sino que hablo de esos sueños clásicos, de los que vienen con introducción, nudo y desenlace y que te despertás diciendo no, decime que esto no me pasó. La combinación auriculares baratos que uso desde hace una semana + pesadillas en videoclip una hora antes del trabajo equivale al dolor de cabeza que no me pegaba desde hacía meses. En la librería intenté mejorar las cosas con una bayaspirina (fallido) y luego con un té (the-posta). El té calma la ansiedad (mi tranquilidad zen mientras cobraba hoy fue inédita), calma el dolor de cabeza y reduce los psicotraumas post-CBC en un 45 por ciento. Dos aplausos para los british y su merienda.

La cosa mala que cerró el día fue esto. Esto de volver a mi casa, prender la computadora y sentir ganas de romper cosas, ganas de llamar a alguien por teléfono y basurearlo hasta que telecom decida cortarme la línea, ganas de bailar mucho garage rock.
Basta de farsas y de placebos. Eso de sentirme bien por unas horas y después volver al Depression's Valley no es para nada digno. La depresión no puede ser un gesto efímero (lo sabemos gracias a Morrisey y a los emo, juntos en una misma oración -país generoso-). Mis opciones son descontrolarla entre el viernes y el domingo o darle Play a un fin de semana pizarnikiano.



suicidate esta noche, hagámoslo rápido y juntos
nos vamos del mundo, déjenlo vacío y absurdo.

3 notas al pie:

Anónimo dijo...

chabón, yo soñé que mi escuela era un kkk parade. Yo era el único que se daba cuenta y el edificio era como 5 veces más grande. creepy, pensar que estaban tdoos con uniformes grises y antorchas y yo miraba desde el último piso, bueno te la acabo de frikear out con esto. (además en un momento aparecía la uruguaya chabón, onda obse mode:ON)

norman dijo...

en drago todo habre después de las 9

María Inés A.E. dijo...

drago deprime...es eso+todolodemas.