ni Freud ni tu mamá

Soy bastante desastre. Hoy empecé a ir al psicoanalista y no le pagué porque me había olvidado de ir al banco. Creo que el tipo debe hacerse un festín freudiano cuando el paciente le dice cosas como esas. Es como soltar en medio de la sesión odio a mi hermano o necesito un consolador. A la salida yendo a tomar el colectivo me encontré con un señor que me preguntó donde se tomaba el 105. Por alguna extraña razón, sentí la necesidad de sacar la guía T y delante del tipo me puse a buscar el recorrido del 105 y su correspondencia en el mapa. El colectivo paraba en alguna calle de esa avenida, así que le pregunté a otro señor que andaba cerca cual. Volví con el primer señor y le indique. Creo que si el trabajo en Cúspide falla me voy a alistar en las filas de la Guardia Urbana.

En el colectivo me agarraron muchas ganas de escribir todo esto, pero la cantidad de gente y las Spice en el mp3 no me lo permitieron. Me di cuenta de que en lo que va de la primavera todavía no usé shorts, y usarlos se convirtió en la meta de mi semana, además de ponerme las pilas con todos los writings que debo de inglés. Lo único que saqué de positivo del viaje es saber que no me gustan los bondis en Caballito a las 11 de la mañana y que tendría que conseguirme unos buenos anteojos de sol.