Encontrarte y caminar. Caminar hasta almorzar. Hablar hasta por los codos, de lo que me dice el analista, de los que necesitan analista y de lo jodidos que son (los analistas). Ser modernos entre los posmodernos, sólo porque nos emocionan las manos, los labios y el amor cortés. Insolación o aire acondicionado. Mejor vamos al otro piso. Y seguir hablando. De cómo ha mejorado el cine argentino, de que me encontré a Daniel Hendler y no le pedí un autógrafo y de los problemas mentales de aquellos que dicen que El Padrino Tercera Parte es mala. Además estás avispada: si no te paro, hoy lleno el blog de frases tuyas. Un sundae después, qué ricos que son y cómo han aumentado. Cómo es eso de que no viste la guerra de las galaxias. Por otro lado y no te lo dije ahí pero lo lees acá, el libro que te regalé va por todas las veces que me bancaste en el teléfono durante los últimos let's say... ¿dos meses? Terminar recordando lo cursi y geniales que son algunas películas de amor y nuestra own-entrega de premios a Actrices y Actores Que Nos Hacen Caer La Baba. Y el broche de oro, esquina de Acoyte y Rivadavia, la gente pasa y pasa y pasa y vos, superando a mi analista, me das el gran consejo sobre qué hacer con esos siete posts de mi blog que desde hace casi un mes me están desquiciando un poco.
miércoles, diciembre 5
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2 notas al pie:
Muy lindo todo eh, igual la fotito tiene ALGUNOS problemitas. cuando la sacaste? horror y amor a la vez. me encanto fer, que bueno,. que bueno. igual no entendi todavia q hiciste con los posts, o no lo veo.
te adorou
oh! pero que descripciones más tiernas.
Paso seguidísimo por Cúspide de Cabildo, prestaré más atención a los vendedores pasolini con cabeza enrulada que anden dando vuelta por ahí.
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