lunes, noviembre 10

Lo que hago en la librería los días de calor y aburrimiento

Correo Interno

Emitido por: FO
el: 9/11/2008 18.16
Recibido por: Cabildo

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Asunto: Fantasmas
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Estimados:

Como muchos de ustedes sabrán, en nuestra sucursal habitan fantasmas. No hay que agudizar para advertir los múltiples fenómenos que ocurren a lo largo del día: pilas de libros que se derrumban; las puertas de entrada que se abren y cierran sin motivo; los misteriosos ruidos que escuchamos los que nos quedamos hasta el cierre; los cambios de sitio que sufre Horacio, la mascota del local. La lista sigue...

Podemos arriesgar un sinfín de posibles causas para explicar el por qué de estos eventos, pero ninguna lograría dar cuenta del sentido global de las manifestaciones. Con excepción, claro, del pensamiento mágico. Parece anacrónico hablar hoy (en esta época de virus informáticos, combustibles espirituales y presidentes afroamericanos) de fantasmas. Lo cierto es que nunca estuvimos tan rodeados de espectros como ahora. Nuestras anteriores parejas, nuestros ex-compañeros de trabajo, clientes que han fallecido y dejado su marca en algún volumen, tantos otros. Por algún motivo, todos se reúnen aquí (y en otros tantos espacios de nuestra vida cotidiana) para hacernos sentir aún su presencia, para hacernos llegar sus profecías y que podamos asaltar el presente con la intuición de aquellos que han visto la vida y la muerte (y nuestras anteriores parejas, a no dudarlo, han visto con nosotros la vida y la muerte, el cielo y la tierra, el Verbo y la Acción.)

Es por todo esto que antes de escapar instintivamente al asedio de estas presencias sobrenaturales, debemos intentar convivir con ellas y comprender su mensaje. De nada sirven los exorcismos. Los fantasmas reactualizan nuestra visión del pasado y (casi) funcionarían como la manifestación irrepetible de una lejanía, como dijo W.Benjamin. Debemos repudiar sus actos de violencia, los cuales no hacen más que entorpecer nuestro clima de trabajo y generar malas vibraciones. Pero el primer paso no consiste en negar su existencia sino en aceptar que ellos están aquí.

Porque como dijo Marx, "el futuro sólo les pertenece a los fantamas."

Gracias por leer, saludos afectuosos.

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Fin del correo ////

4 notas al pie:

Anónimo dijo...

JAJAJAJA BARDIASTE. no te metas con roman que ya sabemos que es el fantasma freak.

Marlene dijo...

me parece una gran filosofía de vida a aplicar para con los fantasmas.
igual, que miedito lo de la puerta q se abre sola eh

María Inés A.E. dijo...

fantasmas,"mostros", malagente, de todo!!!
un beso!
(te habia borrado por orden tuya...)

Anónimo dijo...

ME ENGAÑASTE ME ACABO DE DESPERTAR (mentira estoy estudiando hace horas) y NADA


CHAU


jk